miércoles, 14 de octubre de 2009

Calentamiento Global y Alimentacion.........!!!!!!!


¿Qué le está pasando al Planeta? Se hace necesario replantear las dinámicas de desarrollo en el mundo moderno porque estamos llegando a situaciones muy críticas en lo que a la posibilidad de vida de los seres humanos se refiere, estamos agotando las condiciones requeridas para la existencia en la Tierra.
Como hasta ahora, no hemos encontrado otro planeta ni asteroide para el cual mudarnos, el asunto es realmente gravísimo y muy urgente. Viven de ilusiones los que piensan que tenemos 50 años para actuar, o los que opinan que el asunto no es más que un montaje para infundir miedo, o los que afirman que es una fantasía de algunos poco racionales que están padeciendo una fiebre apocalíptica.
Los estudios realizados en los centros de investigaciones climáticas, ambientales, del agua, del suelo, de los alimentos, de la salud y en los energéticos y económicos, coinciden en que el grado de desequilibrio ambiental y climático es muy agudo y la escala y frecuencia con las que se presentan los desórdenes de la naturaleza que ponen en peligro mortal la vida de muchísimos hombres y otros seres vivos está alcanzando niveles impredecibles e incontrolables, afectando de manera indiscriminada países y comunidades de todo tipo.
Las inundaciones, sequías, temperaturas extremas, enrarecimiento del aire, contaminación del agua, ciclones, tornados, tsunamis, incendios y más, afectan todos los puntos cardinales del globo, pero son los pobladores más pobres los que tienen menos opciones para defenderse, trasladar sus hogares, acceder a los medios mínimos de subsistencia y recibir atención médica para sus enfermedades.
No podemos decir que tenemos en el planeta un lugar seguro dónde estar hoy. Colombia ya padece, de una manera que tiene tendencia a agudizarse, los efectos del cambio climático. Gran parte de nuestro territorio ha estado afectado por inundaciones; muchos municipios tienen aún el agua hasta el techo de las viviendas, -luego de la ola invernal de hace más de un semestre-.
Los cultivos se han perdido, y la gente está padeciendo un hambre inhumana; enfermedades que creíamos ya controladas como la malaria, el dengue, las eruptivas y muchas más vuelven a aparecer, menguan y llevan a la muerte a nuestra gente. Se están presentando fenómenos de vientos fuertes, vendavales y tormentas que acaban con viviendas, se llevan árboles, torres y cables de energía.
Se presenta un deshielo de los picos nevados, con el consecuente incremento inicial de los caudales de los ríos y avalanchas y la posterior reducción de las fuentes de agua dulce. Se activan los volcanes.
Ya tenemos una pérdida de la capacidad productiva de los suelos, por diversas razones, que se incrementa con el desorden ambiental y la escasez y encarecimiento de alimentos es evidente; hemos generado una dependencia de las importaciones de productos básicos que ponen en cuestión nuestra soberanía alimentaria. Hay un proceso de desertización al que hay que pararle bolas; va a hacerse más fuerte la reducción, en determinadas zonas de las lluvias, como viene ya presentándose.
Las poblaciones costeras, las de las islas y cayos, están en riesgo inminente de ser cubiertos parcial o totalmente por el agua, si sigue elevándose el nivel del mar. Estaremos expuestos también a la liberación de gases altamente tóxicos y mortales, -en una medida que aun no se ha podido establecer- que podrían llevar a nuestra extinción de manera rápida debido al calentamiento del mar y el deshielo.

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